La actitud positiva es la clave para cambiar de perspectiva
¿Estás en una espiral de negatividad? ¿No puedes dormir porque continuamente tienes pensamientos dañinos? ¿Lo ves todo negro? ¿Te repites: no puedo, no sé cambiar?
Es el momento de hacer un cambio de perspectiva. En numerosas ocasiones me encuentro con gente que viene a la consulta con un determinado punto de vista y no quiere modificarlo. Sin ese nuevo enfoque es imposible realizar cualquier cambio. Y la actitud con la que se haga determinará el éxito de este proceso. Te aseguro que si es positiva tu actitud conseguirás realizar ese cambio que deseas. ¿Por qué? Porque es el motor y el impulso que necesitas para conseguir la nueva versión de ti.
La motivación y actitud positiva te harán tener un cambio de perspectiva. Para eso:
- Siéntete: tus sentimientos te enseñarán a través de listas.
- Escúchate: activa tu escucha dándole silencio a tu mente.
- Ámate: observa tu cuerpo.
¿Pueden los sentimientos ayudar a tener una actitud mental positiva?
Sí, porque los sentimientos te indican aquello que te gusta y te llena. Seguirlos será una gran guía para cambiar de una actitud negativa a positiva.
Te propongo que hagas unas listas donde reflejes qué es lo que quieres que esté en tu vida y qué no. Cuando la termines filtra aquellas cosas que deseas y que dependen solo de ti. Una vez que las tengas todas juntas es el momento de…¡ponerlas en prácticas! Comprométete contigo misma a desarrollar o alcanzar esas cosas que quieres. Sé fiel a estos sentimientos. Como te he dicho, los sentimientos te van a ir indicando el camino por el que debes ir. Úsalos como faro en tu vida.
Consigue una actitud mental positiva a través de la escucha
Sí. Escucharte te va a ayudar a generar un cambio de perspectiva. Una de las mejores maneras de escuchar es a través de la observación de tu cuerpo. Es decir, fíjate si tienes algún dolor, si te sientes mal… Dentro del cuerpo no solo están los órganos, sino que también se concentra mucha información. Esta se desprende a través de los años y va diciendo qué tenemos que hacer y hacia dónde tenemos que ir. En definitiva, escuchando tu cuerpo comprenderás cuáles son tus necesidades. Centra tu mente y deja que tu cuerpo te hable. Unas veces necesitas más acción y otras simplemente parar. Esto lo descubrirás escuchando a tu cuerpo.
Escucha, pero poniéndote a prueba
Sal a la calle con una intención muy clara: escuchar a los demás. Con esta idea quiero que no solo te escuches a ti mismas, sino que le prestes atención a lo que dicen las personas que están en tu entorno.
Es necesario que realices una réplica. Y, ¿esto qué es? Es la comprobación de que la información que estás recibiendo de los demás es la misma que ellos querían transmitirte. Consiste en hacer pequeñas preguntas para comprobar que has comprendido bien lo que tu interlocutor te quería decir.
Gracias a la réplica aprendes a escuchar a los demás casi sin darte cuenta. Abres tu foco de intención y tu escucha se convierte en activa. Pero es importante que tu mente esté en la conversación. ¿Cuántas veces te ha pasado que alguien te está hablando y tú estás pensando en lo que tienes que hacer después? Que si la compra, recoger a los niños del colegio, terminar esa tarea…al final no te has enterado de nada de lo que te han dicho. Céntrate en el aquí y el ahora y presta atención a tu interlocutor.
Lo importante de este ejercicio es la comprensión, es decir esa escucha interactiva. Teniéndola, estás abriéndole paso a la actitud positiva que necesitas para el cambio.
Ámate a ti misma y mantén una actitud positiva
Este punto es uno de los más importantes. Haz una lista de tus virtudes y de las cosas que mejor se te dan o en las que eres buena. Si por ejemplo eres bondadosa, alegre, juegas bien al baloncesto… Pregúntale a gente de tu entorno. Elige a tres personas para que te digan tres virtudes tuyas. De esta manera podrás comprobar si tu percepción es igual que la de tus amigos.
- Mímate: Sí, quiérete y disfrútate. Es importante que te des pequeños caprichos. Pero no me estoy refiriendo a que sean económicos. Escucha a tu cuerpo y haz lo que le apetezca. Me refiero a que si le apetece dar un paseo hazlo o si le apetece escuchar música, hazlo. Un baño, taza de té, leer un rato… cualquier cosa será buena si el cuerpo te lo pide. ¿Por qué invertimos tanto tiempo en que los demás estén bien y no invertimos nada en nosotras? ¿Por qué priorizamos a los demás antes que a nosotras?. Fomenta las actitudes positivas en casa y regálate esos momentos para ti. No pospongas más ese rato de lectura o ese baño de espuma.
- Da las gracias: Una de las partes de mimarte es la gratitud. Dar las gracias a tu cuerpo, a tu vida, a tus valores, a que estés sana…Es fundamental la gratitud ya que te permitirá cambiar de una actitud negativa a positiva. Te hará sentirte de otra manera ya que cambiará el estado químico dentro de tu cuerpo.
- Recuerda 3 momentos poderosos: piensa en tres ocasiones en las que hayas sido feliz. En los que te sentías contenta y tenías una actitud positiva frente a la vida. Una vez que los tengas en mente, haz una lista con esos momentos poderosos. Siente esta imagen y recréate en ella. Disfrútala. Empieza a sentir esa sensación de plenitud.
¿Qué pasa si estando en el proceso de mimarte aparecen las miserias emocionales? Es decir, inundan tu mente todos esos pensamientos que no te aportan nada bueno como por ejemplo “qué mal me cae esta persona”, “no he sido capaz de lograr esto”, “por qué ha cambiado tanto mi vida” … Aparecen en tu cabeza porque son un patrón repetitivo que tu cerebro está acostumbrado a hacer.
“Empieza a romper el rol de los patrones educacionales del “no puedo”.”
Para lograrlo, cuando vengan este tipo de pensamientos ponlos en blanco y negro e intenta alejarlos de tu mente. Imagínate cómo todos estos pensamientos están alejándose de ti hasta el punto de convertirse en una mota de polvo. Lo más lejos de ti. Sé que puede parecer difícil pero la buena noticia es que puedes entrenar a tu mente para conseguir que alejar estos pensamientos sea fácil.
El mayor error para mantener una actitud positiva
¿Por qué solemos contar nuestros problemas a todo el mundo?
Esto, lejos de ayudarte te aleja de esa motivación y actitud positiva para realizar el cambio que quieres. Debes contarle tus problemas solo a aquellas personas que sepas de antemano que su opinión va a ser positiva. Lo peor de todo es que muchas veces los problemas se dicen incluso a personas cuya opinión no interesa.
Si le cuentas tus problemas a todo el mundo lo único que estás consiguiendo es retroalimentarte de la contaminación que generas. Te justificas y quieres que los demás te den la razón para no sentirte culpable por haber actuado de una manera u otra. Lo importante es que busques a alguien que te pueda dar una opinión totalmente distinta de la tuya para abrir tu mente y tu foco. Haciendo esto conseguirás poner orden al problema o situación que tienes. Tu actitud cambiará antes esta situación. Es así de simple: mente positiva, actitud positiva.
Si no quieres contaminarte ni retroalimentarte, pero necesitas desahogarte porque ese conflicto es complicado que cambie te propongo que lo escribas en un papel. Debes de volcar en él todo lo negativo que tienes dentro y te preocupa. Escríbelo como si estuvieras hablando con alguien, desahógate y no dejes ningún sentimiento que te está haciendo daño dentro. Una vez que ya te has vaciado emocionalmente, quémalo. Sí, prende fuego a ese papel para que se conviertan en cenizas tus sentimientos más dañinos. Esto te ayudará a soltar tu lastre sin generar ningún tipo de contaminación. Después de haber quemado el papel piensa en 2 o 3 posibles soluciones. No importa lo locas que sean. Lo importante es que empieces a ejercitar el cerebro para que vayas viendo otros caminos que todavía no has explorado. Recuerda que la actitud mental positiva es un camino hacia el éxito.
Hacer esto no es nada sencillo. Por ejemplo, mi paciente María tenía un conflicto con su familia, más concretamente con su madre. Todo el malestar provenía por un regalo que había recibido por su cumpleaños. Hubo un malentendido entre ambas pero María nunca se sentó a hablar con su madre, ni a explicarle que ella estaba molesta. Cuando María por fin se decidió a abrir su mente y habló con su madre, pudo aclarar la situación. Esto, que parece una tontería, es más común de lo que crees. Cuando no se hablan las cosas se entra en una espiral de pensamiento negativo. ¿Sabes que el 80% de lo que pensamos constantemente no sirve para nada? Por eso es fundamental ir a por el punto de comunicación y escucha. Es decir, hablar con la persona que te genera ese conflicto. Haciendo una réplica. Comprobando si realmente lo que has entendido era lo que la otra persona quería decir.
Es importante que cuando sientas que tienes una actitud negativa, intentes sacarla de ti. De una manera u otra debes eliminar esas malas energías que hay dentro de ti. Puede ser hablando o bien ir a un lago y tirar piedras bien lejos pensando que cada una de esas piedras es un pensamiento. Puedes escribirlos y enterrarlos o quemarlos, puedes pensar que son gotas de agua y las estás tirando al baño… depende de tu creatividad. Haz lo que se te ocurra, pero aleja de tu vida todos esos pensamientos. Esta es una de las claves para mantener una actitud positiva.
¿Por qué una actitud mental positiva es la clave del éxito?
Las personas no somos conscientes de la actitud y es algo muy importante. Debemos probar cosas nuevas, pero sin cambiar viejos esquemas. Estamos constantemente pensando que la vida es lineal cuando tiene una gran cantidad de curvas. Es un movimiento constante. La vida es actividad y no parará para que nosotros podamos decidirnos. Lo importante de la motivación es la actitud que se tiene. La actitud que tú generes es la energía que le vas a dar a las cosas. Si tu actitud es positiva conseguirás atraer ese trabajo que quieres, esa persona amada, obtener esa meta con la que sueñas…
Pero la actitud mental positiva no debe ser un subidón momentáneo, sino debe ser algo constante, con planificación. Para esto, tal y como te he explicado en el artículo, debes conocer cuáles son tus sentimientos, abrir la escucha al mundo, amarte y mimarte. Sentir que lo que estás haciendo es lo correcto para ti.
“Debes de aprender a motivarte. Recuerda que la motivación y actitud positiva es la clave para el cambio.”
Debes saber por qué quieres esa nueva perspectiva en tu vida. Si realmente quieres ese nuevo rumbo, estarás dispuesta a luchar por él. Sino es así, no te esforzarás tanto. Te sentirás mal contigo misma o bien cambiarás de rumbo hacia otro estado. Lo importante es caminar y no quedarte quieta. Y que tu actitud vaya cambiando a partir de tus sentimientos, de tu escucha y de amarte.
Recuerda que ser feliz solo depende de ti. La felicidad no te la van a traer los demás. Tu actitud te ayudará a construir la carretera que te llevará a esa felicidad. Teniendo una actitud positiva te será mucho más fácil construir ese camino.
¡Ser feliz solo depende de ti!
Karina Rando